Conferencia: “La Ilustración en el Condado de Montijo. María Francisca Desales Portocarrero, VI Cond
El miércoles día 30 de mayo de 2018 se celebrará la conferencia “La Ilustración en el Condado de Montijo. María Francisca Desales Portocarrero, VI Condesa y su administrador Manuel Flores Calderón” de D. Manuel García Cienfuegos, Cronista Oficial de Montijo y Lobón y socio de número de la RSEEAP.
El acto será presentado por D. Alberto González Rodríguez, Cronista de Badajoz y socio de número de la RSEEAP.
La conferencia de celebrará a las 20.00 h. en el Salón de Actos de la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País, situado en la C/ San Juan, 6.
“La Ilustración en el Condado de Montijo. María Francisca de Sales Portocarrero, VI condesa, y su administrador Manuel Flores Calderón”
La apreciación más acertada sobre la condesa de Montijo es la de haber sido integrante de la parte más sana, más digna y más admirable del siglo XVIII español. Una mujer inquieta, culta y convencida de los benéficos postulados de la Ilustración. Su singular personalidad supo desarrollar una actividad constante en aras de la pública felicidad, mediante un compromiso firme con el progreso social desconocido hasta entonces, especialmente entre las mujeres.
La VI condesa de Montijo fue secretaria de la Junta de Damas, adscrita a la Sociedad Económica Matritense. Trabajó por la mejora de las Escuelas Patrióticas. Perteneció a la Comisión de Educación y Moral, luchando por la promoción de la mujer en el trabajo y la industria. Ejerció la caridad y la beneficencia que llevó a cabo preferentemente en las cárceles de mujeres y con los expósitos en la Inclusa.
Se vio acompañada en las tertulias de su palacio de las personalidades más significativas del momento, desde servidores del estado a escritores, artistas y eclesiásticos. Como Palafox, Tavira, Jovellanos, Cabarrús, Urquijo, Goya, Vicente López, Samaniego, y los extremeños Meléndez Valdés y Forner, entre otros.
María Francisca de Sales Portocarrero fue una cristiana comprometida. Sin embargo, la historiografía sólo se ha fijado en el lado jansenista de la condesa. Ya que muchos cercenaron su verdadera dimensión por haber traducido una obra jansenista, viéndose inquietada por el Santo Oficio y luego perseguida y desterrada a Montijo y Logroño, ciudad en la que murió.
Su administrador, Manuel Flores Calderón, fue un ilustrado, culto y progresista. Cofundador del Ateneo español. Secretario de la Dirección General de Estudios. Diputado y presidente de las Cortes en el Trienio Liberal. Se exilió en Londres y fue fusilado, en 1832, junto al general José María Torrijos en las playas de Fuengirola.
Flores Calderón, en línea con el pensamiento ilustrado, creyó que mediante la educación la sociedad española de su tiempo se encaminaría por la línea del progreso y el bienestar. Sin embargo, fue devorado por los acontecimientos, pues como otros muchos perdedores construyó un paraíso tentado por lo imposible. Abrazó la Constitución gaditana como el sueño patriótico y liberal de una sociedad que se había ganado el derecho de entrar en nuevos valores, muy distintos a los del viejo sistema, pues todo aducía a la renovación del país y la libertad de los españoles.